¡Lo ames o lo odies, el juego desordenado llegó para quedarse! También es un importante trampolín de aprendizaje, ya que ensuciarse y mojarse las manos permite a los niños experimentar con la ciencia y disfrutar de diferentes experiencias táctiles. Las bandejas de juego y las mesas de agua fomentarán el juego desordenado dentro de prácticos contenedores y los coloridos accesorios atraerán incluso a los niños más exigentes para que lo prueben.