El juego heurístico ayuda a desarrollar el conocimiento de un niño pequeño a través de la exploración de objetos cotidianos. A los niños pequeños les fascina descubrir qué son las cosas y qué harán. Son curiosos por naturaleza y les encanta descubrir cómo se ven los objetos, cómo se mueven cuando se caen o ruedan, cómo se sienten, cómo suenan y si se pueden apilar.