¿Quién no ha leído un libro debajo de la funda nórdica con una linterna, o ha creado una guarida con sábanas en el jardín? Las guaridas oscuras son lugares maravillosos para esconderse y descubrir las propiedades de la luz y el color en un ambiente tranquilo y apacible. Un espacio privado con iluminación tenue es ideal para permitir que un niño se concentre lejos de otras distracciones visuales o auditivas, creando una atmósfera relajante para un aprendizaje de calidad o simplemente un poco de paz y tranquilidad.